Puntos de presión
En este gráfico podemos observar los puntos de presión más utilizados dependiendo de la situación de las heridas.
Pasa el puntero por encima de los puntos para saber el nombre de la arteria que afecta cada punto de presión
Arteria temporal
Se trata de un punto de presión por donde pasa la ramificación externa de la Arteria Carótida, que irriga la parte superior y frontal del cráneo. La presión sobre la misma es sencilla, en este caso, pues hay una base ósea con músculos de poco volumen debajo (hueso Temporal).
Arteria carótida
Puede ser controlada temporalmente comprimiendo sobre el Triángulo Carotídeo, lugar donde se ramifica la Arteria en la Carótida Externa y la Interna. Dado que no hay una base ósea inmediatamente detrás (hay un grupo de músculos y tendones de la parte inferior de la cara además de la Tráquea), la compresión es menos sencilla que en otros puntos.
Ejerciendo presión sobre esta arteria es fácil provocar un desmayo en el herido. Parece más recomendable, por las características de la parte que irriga esta Arteria (cara y cabeza), aplicar en caso de hemorragia importante una presión directa sobre la herida, utilizando una gasa o paño limpio.
Arteria subclavia
Cuando existe una base ósea clara, como la clavícula en este caso, se trata de presionar la arteria en el lugar donde se cruza con un hueso, deteniendo el flujo de la sangre. Si este no se reduce inmediatamente, hay que, sin dejar de presionar, mover los dedos hasta lograrlo.
Aunque las imágenes no muestran ningún tipo de gasa o compresa interpuesta la presión puede ejercerse aplicándolas directamente sobre la herida al mismo tiempo que presionamos sobre la clavícula.
Hay que tener presente que se presiona la arteria en el punto más cercano a la herida que en este caso se correspondería con el hombro.
Arteria axilar
En el caso de arterias en brazos conviene, durante la presión, mantenerlos elevados por encima del corazón. Se trata, en realidad, de aprovecharnos de la fuerza de la gravedad: la sangre bombeada por el corazón llegará con menos fuerza a las zonas altas y, de este modo, se facilita la formación de plaquetas.
El hueso subyacente es el Húmero. Aquí, como en los demás casos, aplicamos la presión después de haber tratado de contener la hemorragia mediante presión directa sobre la herida, manteniendo el brazo elevado.
En caso de una fractura abierta o sección del miembro queda claro que debemos presionar de inmediato sobre la arteria o realizar un torniquete.
Arteria braquial
Como en cualquier otra extremidad, la presión sobre la arteria braquial se hará manteniendo el brazo levantado. Por diferentes razones, como situar la extremidad por encima del corazón o prevenir desmayos, debemos ante una hemorragia grave tumbar primero al herido sobre una superficie horizontal (suelo).
Como se ha dicho, la presión directa sobre la herida es mejor que un punto de presión, porque dicha presión detiene la circulación solamente en la herida y no en todo el antebrazo y mano, como en este caso.
Si tras cubrir la herida con una venda o gasa continua sangrando, debemos colocar apósitos adicionales sin retirar el vendaje inicial.
Arteria radial / cubital
En el punto que hemos denominado Braquial la arteria se ha dividido en dos ramas, Arteria Cubital y Radial, que discurren por el antebrazo y pasan por la parte posterior de la muñeca para ramificarse por la mano y dedos. Es la zona donde más habitualmente tomamos el pulso, probablemente por su fácil localización.
En caso de heridas graves en la mano, como la sección de uno o más dedos, podemos aplicar la presión con bastante eficacia ya que en general se puede rodear una muñeca con una sola mano.
Ahora bien, la sección total o parcial de un miembro produce un espasmo en los músculos que rodean las arterias que hacen que la hemorragia no sea tan grave como en otros casos.
Arteria femoral
Si la Axilar es la arteria principal en las extremidades superiores la Femoral es de las inferiores. Dado que se trata de una arteria de gran sección, rodeada de gran cantidad de músculo, en caso de herida grave (un caso típico es el de las heridas por asta de toro. Sin embargo, no es infrecuente en los accidentes de tráfico) la presión se debe aplicar con la mitad de la palma o incluso con el puño.
Hay que insistir en que no se debe utilizar el torniquete a menos que sea una emergencia extrema, tal como un brazo o pierna separada. Los torniquetes pueden dañar nervios y conductos sanguíneos y hacer que la víctima pierda un brazo o una pierna.
Si la hemorragia cesa después de tres minutos de presión, soltar lentamente el punto de presión. Si esta continua, debemos volver a ejercer presión sobre la arteria.
Arteria poplítea
Hemos dicho que, tratándose de extremidades, debemos elevar estas por encima del corazón (la elevación de la parte lesionada disminuye la presión de la sangre en el lugar de la herida y reduce la hemorragia).
Para actuar sobre la arteria poplítea, el herido permanecerá tumbado de espaldas sobre el suelo y apoyaremos la pierna herida sobre nuestro hombro (estando nosotros de rodillas), para luego apretar con los pulgares de ambas manos en el punto de presión situado en la parte anterior de la rodilla.
Arteria tibial posterior
La posición, tanto del herido como del socorrista, para actuar sobre la arteria tibial posterior es igual que en el caso de la Arteria Poplítea. La Arteria Tibial baja a lo largo de toda la parte anterior y posterior de la pierna para terminar de ramificarse en el pie.