Síntomas y Posición
Síntomas del shock
Las principales causas de un shock inicial son el dolor y la excesiva estimulación nerviosa. El herido en estado de shock presentará este cuadro: está pálido, con sudores y respiración rápida. Además tiene el pulso rápido y débil. Por ello es necesario ayudar y calmar al accidentado lo más rápidamente posible.
Actitud del socorrista
Tu actitud o actitudes son muy importantes en el tratamiento del shock. Si pareces tranquilo y controlando la situación, el paciente se sentirá protegido y responderá. Háblale y tranquilízale mediante tus palabras y caricias.
Posición anti-shock
Coloca al paciente en una posición horizontal, con las piernas levantadas para facilitar la circulación sanguínea. Afloja cualquier prenda ceñida alrededor del cuello, tórax o abdomen. Aunque las pautas generales recomiendan no mover a los heridos, en este caso se trata de un herido consciente que no necesita actuaciones de carácter vital (ver generalidades).
Comunícate con el accidentado
Si está consciente interrógalo sobre las molestias que pueda tener. Procura establecer una corriente de comunicación, que se sienta acompañado y bien cuidado.
No abandones nunca a una víctima de un shock
Quédate con él o ella si puedes. Nunca dejes sola a una víctima de un shock. En estos casos la función más importante de quien presta el auxilio es la de acompañar al accidentado.