Fracturas
La fractura de un hueso puede ser consecuencia de un golpe directo sobre el punto de fractura o como consecuencia de una torsión o golpe alejado del mismo. Esto debe entenderse en el sentido de que, tras un accidente, en el que el cuerpo haya impactado directamente contra algo sólido o con intermediación de la carrocería pueden aparecer, sin embargo, fracturas en partes del cuerpo aparentemente protegidas.
Por lo tanto, en un accidente, siempre se deben tratar los dolores como síntomas de posible fractura. Una primera inspección visual puede darnos pistas. En cualquier caso, conviene mirar siempre antes de tocar o mover al accidentado. Entre otras razones por que es posible que la inflamación posterior dificulte su localización.
Cuando en un accidente hay varias personas involucradas, se deben tratar la asfixia y hemorragias primero. Un accidentado con posibles fracturas habrá de ser inmovilizado antes de moverle, terminando el tratamiento más tarde.
Tipos de fracturas
Hay dos tipos básicos: la fractura abierta, que perfora la piel, y la cerrada. Ya se ha comentado que, por ahora, nos ocuparemos solo de las cerradas y, dentro de éstas, algunas de las más frecuentes localizadas en las extremidades superiores. Las fracturas que no perforan la piel ni están expuestas se denominan cerradas.
Debemos saber que las fracturas cerradas pueden verse complicadas por hemorragia o lesión de los órganos internos, lo que implica hacer todo lo posible para poner en conocimiento de cualquier servicio profesional (policía, ambulancia..) la existencia del accidente. Un tercer tipo, que se da más frecuentemente en los niños, es la fisura, que consiste en una rotura parcial del hueso.
Síntomas
El dolor intenso, agravado por intentos de mover la parte afectada, es el síntoma más inmediato. Generalmente el dolor viene acompañado por una sensibilidad exacerbada, incluso para la presión más ligera. Un tercer síntoma es la inflamación, que aparece a los pocos minutos.
Casi siempre la fractura viene asociada a una mayor o menor deformidad que podemos constatar comparando el área sospechosa de fractura y su simétrica no afectada.
Finalmente (a veces para desgracia del accidentado) averiguamos la existencia de fractura cuando, tras mover el miembro roto, oimos algo parecido a un sonido chirriante... Está completamente contraindicado, en cualquier caso, mover la parte dañada para comprobar si está rota.
Instrucciones
- Si se espera atención médica, inmoviliza las fracturas cerradas y deja que un profesional las trate después.
- Usa cabestrillos para los brazos. Los cabestrillos pueden improvisarse con prendas de ropa, cinturones...Ojo con los nudos y presiones próximas a la herida.
- En caso de entablillado el objeto debe ser más largo que el hueso. Si no dispones de tablas o instrumentos para aumentar la inmovilidad, sujeta con vendas el miembro herido al cuerpo sano. En este caso y en general, separa de la piel todo material duro colocando en medio algo blando. De lo contrario se producirán llagas por la presión.
- Asegura firmemente arriba y debajo de la fractura y por debajo de la articulación más próxima. Ata todos los nudos al mismo lado, teniendo fácil acceso a ellos y usa nudos o lazos cruzados.
- Apretar con delicadeza y no demasiado, ya que se podría cortar la circulación.
- Utiliza una venda triangular doblada o una banda de tela ancha. ¡Ojo! no usar vendas estrechas, cuerdas o alambres... siempre se podrá usar antes una prenda superior, como una camisa. Otro tipo de materiales utilizados como soga podrían cortar la circulación, además de producir una molestia añadida e innecesaria.
- Comprueba periódicamente la circulación. Los dedos azulados o cenicientos son claras señales que indican que los vendajes están muy ajustados.